El proyecto se centra en el diseño arquitectónico de un estudio para dos estudiantes de música. Se toma en estado de auto-construcción realizada por la propietaria en el barrio de San Jerónimo, Alcaldía Magdalena Contreras, en la Ciudad de México. En esa fase inicial, la obra contaba con ocho columnas coladas en sitio que estructuraban las divisiones centrales, un cuerpo de servicio con dos muros de tabique levantados y un sistema constructivo visible. A partir de esta base, se plantea el desarrollo de un estudio con dos dormitorios, enfocados en la composición, reflexión y creación musical, en donde el núcleo de servicios y circulaciones funciona como pivote repitiendo esta disposición a lo largo de las tres plantas de la casa. Este espacio se concibe como un anexo a la casa principal, con la intención de ofrecer un ambiente adecuado para la práctica y el estudio de dos jóvenes apasionados por la música.